
La representación de la CIG en Urbanos de Ourense, concesionaria del servicio municipal de transporte, ha presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo por el estrés laboral que sufre el personal de conducción debido a tiempos de trayecto “imposibles de cumplir”.
Como parte de esta acción, el sindicato ha lanzado una campaña de información y concienciación sobre los problemas que afectan a los trabajadores, que se desarrollará en los próximos meses.
Denuncian que el estrés laboral es consecuencia directa de un sistema de líneas diseñado a finales de los años 80, cuyos tiempos de recorrido han quedado obsoletos. Factores como la reducción de velocidades, la eliminación de carriles por accesibilidad y el aumento de pasajeros han ralentizado la conducción.
Además, la CIG rechaza las declaraciones del alcalde en el último pleno, donde acusó a los conductores de llevar a cabo una huelga encubierta, algo que consideran “totalmente falso”. También critican las afirmaciones de la portavoz municipal del PP, quien responsabilizó al personal de los retrasos y del mal funcionamiento del servicio.
El sindicato califica estas acusaciones como una falta de respeto y recuerda que llevan tiempo reclamando una reorganización de los horarios, ya que los tiempos actuales son inasumibles. En caso de que algún trayecto no se complete, aseguran que es por orden de la empresa, algo que el alcalde ya conoce.